Eres Instinto

¿Qué es lo que haces con él?

Una de las mayores cargas que tenemos los humanos es la demonización de nuestros deseos e instintos. Igual que sometemos el mundo animal, lo doblegamos y lo explotamos, también hacemos lo mismo con nuestro propio animal interior.

En una sociedad sobreintelectualizada, aberrantemente desconectada de nuestra naturaleza castigamos los impulsos, los reprimimos y de esta manera buscamos la sustitución en otras actividades. En ese corte del animal nos olvidamos también del placer, de la intuición, de la espontaneidad, de la creatividad.

Es como una autodomesticación de nuestra naturaleza más sagrada. Desde el instinto sabemos lo que deseamos, lo que necesitamos, cuándo trabajar, cuándo descansar, a dónde ir, con quién estar, de quién alejarse, pero con su represión nos negamos también esta amplia sabiduría de sencillamente Ser en armonía con el entorno. Claro, que tú seas libre no le viene muy bien a un sistema enfermo.

Pero el miedo a que salga nuestra animalidad y nos domine es para muchos muy grande.

Si sigo mis impulsos ¿a dónde llegaré? ¿en qué problemas me meteré? Sólo el instinto, no nos lleva a buen puerto, puede que nos meta en más problemas, por eso nos completamos cuando conectamos con el amor, y también la razón.

El instinto al servicio de la vida, de la humanidad, de la ternura, protegido por una razón que sabe aconsejar, y un corazón amoroso que lo acepta todo.

De esta manera, el niño/a puede recuperar su lugar en nosotr@s y vivir en armonía.

Jon Landeta

Jon Landeta