Nuestra percepción limitada nos impide darnos cuenta, pero desde una mayor conexión, desde el ojo del corazón, todas las posibilidades están sucediendo al mismo tiempo.
Tomar una decisión desde este punto de observación, no es renunciar a la contraria, sencillamente sucede en otro espacio tiempo, en otra dimensión.
Todo es mente, todo es conciencia.
Desde tierra, los humanos vivimos el dolor de la pérdida, la muerte, de los caminos no escogidos. Y es importante que lo vivamos así, hemos venido a experimentar lo limitado, y a generar emociones con dichas experiencias. A generar energía, cambio, vibración, muerte y renacimiento.
Desde la vibración del alma, conectada a la fuente es bien diferente.
Y no se trata de renunciar a lo humano, sino de ampliar nuestra realidad, nuestra conciencia y poder vivir esta experiencia de vida con alegría y gratitud.
Con demasiada tierra, no sabemos quiénes que somos, con demasiado cielo tampoco.
Ojo con la disociación mental y la huida de la realidad, pero que una experiencia no descarte la otra.
¿Como vivir las dos a la vez, y no perdernos en el camino?
¿Cómo vivir plenamente esta realidad concreta y limitada, junto con la Infinita?
Para mi, a veces un poquito aquí, y otras un poquito allá…
Y cuando suceden las dos a la vez, cuando podemos sentir que el campo cuántico se concreta en la materia una mayor plenitud llega.