La sincronicidad es el medio en el que vivimos, todo lo que nos rodea realmente se mueve al ritmo de un orden e inteligencia infinitamente mayor que la nuestra. Un orden respecto al cual podemos estar + o – sintonizados.

Nombres de personas, números que aparecen, sucesos, coincidencias imposibles… por no hablar de la energía sutil y el mundo invisible.

Un orden perfecto detrás de nuestras legañas que no pueden ver tanta Luz. Es un velo que cuando cae del todo, no hay vuelta atrás.

Y se escucha muchas veces: el universo conspira a tu favor, si tú te alineas, el entorno te acompañará y te traerá las personas adecuadas para tu evolución, la ley de atracción y cientos de formas de decir lo mismo. 🕵Sólo con prestar un poco de atención podemos percibir que las cosas se mueven de una manera donde la casualidad o el azar no parecen cobrar un sentido.

Esto es bastante fácil de ver y de entender, porque el mundo material nos lo muestra. Lo podemos llamar voluntad divina, también las proyecciones de nuestra mente en el mundo material, la co-creación de nuestro pensamiento en el campo cuántico, Jung se refería al inconsciente…

Pero, en cualquier caso, descubrir que los místicos parecieron conectar con una gran verdad no es más que el punto de partida. 😉

Hay que hacer todo un recorrido de apertura interior y trabajo sobre uno mismo, para poder incorporar esta luz en nuestras vidas. ❤

El trabajo sobre el propio carácter, nuestras relaciones familiares y de pareja, la coherencia y verdad internas, por ejemplo, son fundamentales para poder navegar esta ola.🏄‍♀️ Claro, justo donde tenemos los nudos. Y en este viaje, algunos piden al universo la resolución de sus problemas, y si, claro que funciona a veces. Pedid y se os dará. Pero para mí tiene más sentido agradecer que pedir.

Agradecer y ponerse en sintonía con la propia Vida. Y esto es todo un ejercicio de responsabilidad respecto a lo que realmente somos.

🌀Agradecer te sintoniza🌀