🌀Este es uno de los grandes aprendizajes que he tenido que integrar, y en el que cada día voy profundizando un poco más llevándolo a más aspectos de mi vida.

El discernimiento de la acción justa.👁

Para caracteres que se van enseguida a la acción, como el mío, anticiparse, impacientarse, tratar de resolver las cosas antes de tiempo no es más que una salida rápida para evitar un contacto real con el Presente.

¿Pero cómo puede ser? 🕵️‍♀️pareciera todo lo contrario, si estoy en la acción estoy en el presente. Si estoy en acción estoy viviendo en este cuerpo. Y sí, es cierto esto también, pero son niveles de conciencia sobre la forma de existir.

Querer ir más rápido que la propia vida es una neurosis, es colocarse por delante de los ritmos de nuestro organismo. Empujar inútilmente el río que tiene su propia corriente.

Pero claro, al tomar acción en el mundo material, van a pasar cosas, cambios, interacciones con otras personas y entonces nos meteremos en nuevos líos que tendremos que seguir resolviendo. No dejamos que sea el campo de conciencia, la Vida la que lo ordene. Es un acto de prepotencia frente a la sutilidad y sabiduría de la Vida.

Y esto NO es para todos. Hay algunos tipos de carácter que cojean del pie contrario. La falta de conciencia y de contacto con el presente les frena a tomar acción, desde el miedo, desde el control, la carencia etc.

Por eso no hay recetas para todos y conviene evitar creerse todo lo que se lee por ahí.

Pero este mundo económico que hemos configurado entre todos, la sociedad patriarcal, del éxito, el capitalismo, la codicia nos empuja hacia delante, y en ese empuje hay personas que se sienten por detrás de ese ritmo, que no alcanzan, y otros que contribuyen a acelerarlo. Falta de conciencia en los dos casos.

Dicen que sin acción no hay transformación, es una de las máximas del Coaching.

Y no estoy de acuerdo. Para algunos sí, y para otros no, y no siempre.

A veces la mayor transformación viene de la no acción.

Que la acción siga a la conciencia.