Resulta que esta separación de tu yo real te puede estar llevando a una desconexión de ti mism@ a través de una idea distorsionada de la realidad y los inútiles esfuerzos por mantenerse en ella. (Inútiles, porque se trata de una ilusión).
Muchas veces no nos miramos con buenos ojos. O nos creemos más de lo que somos, o por el contrario nos sentimos más pequeños en la dificultad de vernos tal y como somos.
Parece entonces que nuestro yo real es algo muy feo lleno de imperfecciones. O quizá aparecen miedos a sacar nuestro valor y empequeñecemos para encajar. Y entonces aparece el palo con la zanahoria, que te lleva a buscar respuestas en otro lugar.
Respuestas que no aparecerán por supuesto, porque el yo ideal es un lugar que no existe.
Lo cierto es que eres una expresión perfecta de la Vida, una gota de conciencia conectada a un océano de presencia.
Y esto, es mucho más grande que cualquiera de las idealizaciones que puedas hacer sobre ti y sobre los demás.